Saltar al contenido
Todo PARAFINA Online

Componentes para un tratamiento de parafina

El primer paso para realizar correctamente un baño de parafina, un tratamiento con un poderoso efecto nutritivo y calmante, es contar con el equipo y los materiales adecuados.

Pero ¿qué hace falta para realizar un baño de parafina?

Para realizar un tratamiento con un baño de parafina deberías contar con estos componentes:

  • Jabón limpiador
  • Exfoliante
  • Fundidor parafina
  • Parafina
  • Bolsas de plástico
  • Manopla o patuco de rizo
  • Loción hidratante

Te mostramos diferentes alternativas de cada una de ellos, de primera calidad, para que puedas elegir aquél que más te convenza.

Jabón limpiador

El primer paso es limpiar la piel de células muertas y cualquier rastro de suciedad. Utiliza agua abundante y jabón para manos, frotando suavemente una contra la otra.

Estos dos jabones naturales 100% para el cuidado de tus manos, son aptos para todo tipo de pieles. Además colaboran a la regeneración celular de la misma.

Si quieres comenzar la exfoliación en este momento, puedes realizar el lavado con un guante granulado o con una esponja vegetal.

Jabón exfoliante

Si como primer paso prefieres realizar una limpieza más exhaustiva, estos jabones están especialmente formulados para alisar la piel áspera y suavizar callos.

Utilízalos en cualquier situación en la que desees sentir tu piel completamente limpia, sin aceites, pero rejuvenecida.

Fundidor de parafina

El siguiente paso es preparar el baño de parafina. Una vez que te vayas familiarizando con el proceso puedes ahorrar tiempo si este paso lo inicias antes del paso anterior y dejas que la parafina se vaya fundiendo.

Pon la parafina a calentar en el contenedor del fundidor y selecciona la temperatura óptima (entre 48 y 57ºC).

La parafina puede llegar a estropearse si no se calienta en un aparato adecuado que consiga mantener la temperatura adecuada. Por ello es recomendable emplear un regulador de temperatura que evite que se queme.

Parafina

Este es el componente del tratamiento con más alternativas a tu alcance. Las parafinas con aromas de frutas o hierbas aromáticas proporcionan una sensación de bienestar complementaria.

Una vez que la parafina esté fundida y a la temperatura adecuada, sumerge la mano en el baño de parafina con los dedos abiertos durante tres segundos.

¡Evita tocar las paredes y el fondo del contenedor!

Saca la mano del baño durante unos segundos y vuelve a introducirla nuevamente. Repite este paso tres o cuatro veces, con lo que conseguirás que tu mano quede recubierta por una capa de parafina gruesa.

Este proceso puede aplicarse también a los pies.

Bolsas de plástico

Una vez que las manos (o los pies) estén bien cubiertas por la parafina, se introducen en bolsas de plástico. Evita así que la parafina manche los guantes o los patucos.

Manopla o patuco de rizo

Para conservar el calor de la parafina y que éste realice su acción terapéutica sobre tus manos o pies, una vez que hayas introducido las manos o los pies en la bolsa, ponlos dentro de los guantes o de los patucos de rizos.

Si los mantienes calientes hasta que llegue el momento de utilizarlos, mejor que mejor.

Loción o crema hidratante

Después de limpiar los restos de parafina, el último paso del tratamiento es nutrir la piel con una loción o una crema altamente hidratante. Nos decantamos por estas dos opciones a base de Manteca de Karité orgánica.

Set completo: Baño, parafina, bolsas de plástico y guantes y patucos de rizo

Si no te apetece complicarte la existencia, la opción de comprar un set listo para usar es una excelente opción.

Beneficios del tratamiento de parafina

El efecto terapéutico de un baño de parafina se nota a corto plazo:

  • Los músculos se relajan consiguiendo aliviar espasmos y contracturas
  • Suaviza la piel reseca y agrietada
  • Mejoría en casos de artritis, tendosinovitis o bursitis, aliviando el dolor y la inflamación

Es el método de termoterapia superficial más habitual para el tratamiento de reumatismos y secuelas traumáticas de las manos y los pies.

Y es que la combinación de calor y la aplicación de productos para el cuidado de la piel consiguen hidratarla en profundidad consiguiendo una mejora notable de su aspecto.

Elastiza la piel mejorando la microcirculación sanguínea, por lo que la absorción de activos se ve favorecida, y ayuda también a la eliminación de líquidos y toxinas.

Conclusión

Teniendo en cuenta lo sencillo que resulta aplicar estos tratamientos y que el coste de los materiales no supone un gasto desorbitado, por sus innumerables beneficios, recomendamos su empleo si tienes alguna de esas dolencias o quieres rejuvenecer tu piel.